AVIARIODANIELRAMIREZ
  articulos sobre canarios
 
LA TEMPORADA DE CRÍA:
 
El período de cría junto con la temporada de concursos se constituye como el momento cumbre de nuestra afición. Durante varios meses, nuestras aves realizarán una de las principales funciones que tienen como seres vivos: la reproducción. La afición a la ornitología deportiva cobra su mayor sentido en la fase de reproducción de nuestros ejemplares, ya que serán los sujetos obtenidos y debidamente anillados los que estarán permitidos para ser presentados a concurso, requisito imprescindible y que garantiza el bienestar de nuestra afición.
Cuando llega este momento, nuestros esfuerzos se multiplican, así como las atenciones que dedicamos a nuestras aves. Una gran parte de los aficionados nos entusiasmamos con la llegada de esta etapa de cría, y dicho entusiasmo nos hace debatir y compartir opiniones con los demás compañeros de afición, de asociación, de foros de ornitología etc sobre cuáles son los métodos más idóneos para criar, cuándo es el mejor momento para emparejarlos, qué pasta de cría debemos utilizar etc. En este caso, creo que vale recordar un conocido refrán; “ cada maestrillo tiene su librillo ” y nada mejor que recordarlo a propósito de este artículo sobre la Cría; porque en las líneas que a continuación se exponen, muestro los diferentes aspectos o maneras de que cómo yo afronto el desarrollo de la cría, sin que mis procedimientos deban ser considerados como universales o válidos, ya que en unos estaréis de acuerdo y en otros no. Sin embargo; la divulgación de esta información sobre la cría puede ayudar a los más noveles, los cuáles pueden obviar algunos aspectos fundamentales en los que no podemos fallar a la hora de poner a criar a nuestros pájaros. Por eso, el mejor consejo que podemos dar cuando hablemos sobre la temporada de cría, es decir que cada uno debe utilizar aquellos métodos que les han funcionado en otros años, sin dejarse llevar por modas, por productos que en un momento dado tienen una gran promoción o están de moda etc.
 
 
CUÁNDO COMIENZA LA TEMPORADA DE CRÍA:
 
Si entendemos por temporada de cría el momento en el que emparejamos nuestros ejemplares, hay que decir que dicho momento depende de varios factores: de la climatología del lugar o zona dónde estén ubicados los pájaros. Así en el sur de España suele hacer mejor tiempo que en el norte, por lo que en líneas generales, y en condiciones normales, se suele empezar a criar antes en el sur que en el norte de España. La tradición dice que los pájaros se emparejan sobre el 19 de marzo, en el día de San José. La verdad es muy distinta, ya que una gran parte de los criadores, actualmente emparejamos y comenzamos la temporada de cría en función de otros factores, como la climatología, pero también en función de la temporada de concursos etc.
De esta manera, podemos ver como ya en Enero hay muchos criadores que han comenzado la temporada de cría, aunque para ello, como norma general hayan tenido que “ayudar ” a sus reproductores a entrar en celo; aumentando las horas de luz, proporcionándoles vitamina E etc.
Conociendo la forma o los métodos a través de los cuáles podemos manipular el comienzo de la cría, generalmente para adelantar su comienzo, podemos comenzar en Enero, Febrero, es decir, antes de la llegada de la primavera que biológicamente marca el inicio del período reproductor de nuestras aves.
En este caso, cada cual eligirá el momento de comenzar a criar, dependiendo de distintas razones. Personalmente yo comienzo a criar a partir de de la segunda semana de febrero. En Andalucía, por esas fechas ya suele hacer buen tiempo, aunque para haber llegado a un buen estado las parejas reproductoras es imprescindible aumentar las horas de luz.
Si tuviera que recomendar una fecha para comenzar a criar, sin decir una concreta, simplemente aconsejaría no empezar demasiado pronto, ya que son muchos los inconvenientes con los que nos podemos encontrar:
Escaso encelamiento de los reproductores, o de uno de los miembros de la pareja, lo que conllevaría peleas entre ambos, infertilidad de los huevos en caso de no estar preparado el macho etc. Frecuentemente nos podemos encontrar con hembras que ponen huevos pero que abandonan con frecuencia el nido y dejan sin incubar los huevos. Y otra serie de conductas anómalas, sobretodo en las hembras.
Frecuentemente, tras un comienzo muy temprano de la cría, tras días de tiempo apacible durante el mes de enero, suelen venir días fríos, lluviosos, de temporal etc que suelen trastornar a los ejemplares, bajarle el celo o hacer que presenten conductas anómalas para una adecuada reproducción.
Por estas razones, recomiendo tener paciencia y no cometer el error de empezar demasiado pronto, y sufrir las citadas consecuencias y el desperdicio de una gran parte de las nidadas por escasa fecundidad, o por las citadas conductas anómalas de alguno de los reproductores.
Si bien el comienzo explícito de la temporada de cría llega en las fechas indicadas, cercanas a la llegada de la primavera, considero que el comienzo de dicha temporada de cría se inicia mucho antes, justo cuando decidimos qué ejemplares de los que hemos criado, nos van a servir de reproductores.
 
 
SELECCIÓN DE LOS REPRODUCTORES:
 
Normalmente cuando los pájaros han terminado de mudar y muestran el plumaje definitivo de ejemplares adultos, es cuando comenzamos a seleccionarlos, prestando especial interés en aquellos pájaros que por sus características fenotípicas más se asemejan al estándar. De esa forma, nos solemos quedar para criar con los mejores ejemplares y nos desprendemos del resto. Aunque es necesario hacer un paréntesis en esta norma y decir que en muchas ocasiones seleccionamos para criar ejemplares de trabajo, que no cumplen las exigencias del estándar pero que son imprescindibles para continuar nuestra línea de selección.
            Esta selección llevada a cabo en nuestro aviario marca el inicio del siguiente período reproductor. He de decir también, que sería conveniente sumar otros criterios de selección de nuestros futuros reproductores, teniendo en cuenta otros factores como la salud de los ejemplares, el comportamiento durante la cría de sus progenitores, el porcentaje de fecundidad etc. En este caso debemos reflexionar y caer en la cuenta de que en algunas ocasiones, caemos en el error de seleccionar ejemplares que aun siendo óptimos fenotípicamente, no tienen una buena salud, o están embolados, con poca actividad… Es importante tener en cuenta que si un pájaro no está en plenas facultades de salud, por muy bueno que sea no nos criará o criará mal, no fecundará o incluso morirá durante la temporada de cría. Por esta razón, llevar a cabo una adecuada selección de nuestros ejemplares para la reproducción teniendo en cuenta también su estado de salud, considero que es factor que influirá de manera determinante en el éxito o fracaso de nuestra temporada de cría.
 
COMIENZO DE LA PREPARACIÓN PARA LA CRÍA: A PARTIR DE DICIEMBRE
 
Una vez tenemos más o menos claro los ejemplares que vamos a utilizar en la reproducción, es importante comenzar a prepararlos para la cría. Yo comienzo a preparar en diciembre a las hembras seleccionadas para tal fin. Una vez concluido el Campeonato Nacional, administro a las hembras una dieta muy rica que le debe proporcionar las reservas necesarias para afrontar la temporada de cría.
Principalmente lo que hago es administrarles de forma diaria pasta de cría, de la misma marca que van a utilizar durante el período reproductor. Varias veces en semana pongo junto a la pasta de cría semillas remojadas.
A parte de la mixtura que comen diariamente, les proporciono 3 ó 4 veces a la semana avena y perilla que comerán a voluntad. Administro también casi diariamente naranja, la cual pongo partida en dos mitades y las devoran hasta tal punto que se comen hasta la cáscara. De igual forma procedo a poner huevos duros, partidos por la mitad, incluida la cáscara. Y también trozos de pan duro. No debe faltar el hueso de jibia.
De esta forma; con el huevo duro, el pan, la naranja, semillas, pasta etc conseguimos que las hembras adquieran esa capa de grasa brillante en el abdomen y por debajo del cuello que nos garantiza la salud de las mismas y su adecuada preparación para la temporada de cría.
Durante este período debemos ser especialmente cuidadosos con la intensidad lumínica que tengamos en el aviario, así como en la cantidad de horas de luz. Si tenemos excesivas horas de luz podemos provocar que las hembras adelanten su puesta, poniendo huevos antes de ser emparejadas, lo que supone un desgaste innecesario y que puede pasar factura durante la temporada de cría.
                      
ENERO: UTILIZACIÓN DE TRATAMIENTOS PREVENTIVOS
 
El mes o meses previos al comienzo de la cría, es el período utilizado por la mayor parte de los criadores para administrar a sus pájaros tratamientos preventivos que garanticen una adecuada “puesta a punto” de los ejemplares seleccionados para la reproducción.
Son muchos y muy variados los tipos de tratamientos preventivos que unos y otros criadores utilizan antes de comenzar la cría. Todos ellos suelen tener un patrón en común, suelen estar compuestos por antibióticos, para prevenir enfermedades bacterianas, de sulfamidas, para prevenir enfermedades como la coccidiosis, vermicidas, antifúngicos etc.
Todos ellos responden a la necesidad y al dicho popular empleado por gran parte de los criadores: “ voy a limpiar los pájaros ”.
Durante muchos años yo he procedido de la misma forma. Verdaderamente no me fue mal, aunque nunca los resultados obtenidos en la cría fueron plenamente satisfactorios. Puestos a analizar la situación, con la intención de “limpiar” los pájaros, nuestros pobres animalillos se pasaban semanas sin beber agua limpia, siendo sometidos a tratamientos de forma prolongada y de diversos tipos.
Durante años he sido un “ defensor ” de la utilización de este tipo de productos como preventivos para el inicio a la cría. No faltaban en mi preparación para la cría, la utilización de productos como la enrofloxacina, Esb 3 etc, todos ellos productos muy eficaces cuando se saben utilizar en el momento y dosis adecuada.
Pero como casi todos los criadores, pasamos por etapas en nuestros métodos de cría, en nuestras costumbres, en nuestro proceder. Guiado por una actuación para mí mucho más lógica: medicar sólo cuando un pájaro esté enfermo, me hizo cambiar mi proceder en la manera de preparar mis pájaros para la cría, abandonando la idea de utilizar todos esos tratamientos preventivos. Digamos que cambié mi forma de pensar, pasando de proceder, de “limpiar los pájaros” a medicar únicamente cuando están enfermos, siguiendo a ser posible, el consejo de un profesional, de un veterinario con experiencia en el tratamiento de las aves.
De esta forma, actualmente lo que hago es enviar unas muestras de heces a analizar unos meses antes de iniciar la cría, y según el diagnóstico y tratamiento recomendado por el veterinario, administro lo que éste me ha recomendado. De esta forma he podido comprobar varias cosas: La primera de ellas es que en los análisis normalmente dan como resultado que nuestros pájaros tienen algo. La segunda es que una vez conocido el tratamiento recomendado en función del diagnóstico realizado por el veterinario, me doy cuenta de que sobran la mayor parte de los productos que antes utilizaba de forma preventiva.
Desde que utilizo esta forma de proceder, los resultados en la cría han sido mucho más satisfactorios, obteniendo en la temporada 2009 los mejores resultados de cría, en porcentajes de pájaros criados por pareja que nunca haya tenido.
El único producto que utilizo unas semanas antes de emparejar a los canarios son las Vitaminas, administrando un producto que aporte Vitamina E, esencial para ayudar a los pájaros a entrar en celo e incluso aumentar la fecundidad. En los últimos años he utilizado concretamente la Vitamina E, Chelovit, de la casa Inogán, producto con el que he obtenido un alto porcentaje de fecundidad.
 
UBICACIÓN DE LOS REPRODUCTORES ANTES DE LA CRÍA:
 
Cuando hemos terminado los concursos y comenzamos a preparar los reproductores seleccionados, es muy importante tener en cuenta donde los alojamos. Yo separo a los machos, de forma que queda cada uno ubicado en la jaula en la que realizará la cría. He tenido la experiencia de, por falta de espacio, ubicar a varios machos en la misma jaula. El encelamiento de esos machos ha provocado continuas peleas. La pugna por la territorialidad, ha tenido como consecuencia la supremacía del macho dominante o del macho más fuerte, que ha llegado en ocasiones incluso a herir a otros machos. He tenido la experiencia de que los machos vencidos, una vez emparejados con su hembra, se han quedado “acobardados o sometidos” al macho dominante, el cual sigue intentando establecer su supremacía desde otra jaula mediante el canto. Algunas veces, esos canarios vencidos, sometidos, no han sido buenos reproductores, obteniendo puestas con todos los huevos sin fecundar. Por esta razón, recomiendo separar los machos.
Las hembras las alojo en voladeras o jaulas de metro, en el lugar de la habitación donde menos iluminación haya, normalmente en las jaulas y voladeras situadas a menor altura, con la intención de conseguir retardar el celo hasta el momento en el que los machos estén plenamente preparados.
 
 
 
 
ILUMINACIÓN ARTIFICIAL:
 
En la temporada de cría un aspecto muy importante es la utilización de la luz artificial. La época de reproducción coincide con la estación primaveral, momento en el que aumentan las horas de luz diarias, factor determinante en el encelamiento de nuestros reproductores. En muchas zonas, por razones climatológicas principalmente, es conveniente adelantar el comienzo de la temporada de cría. Esto se puede conseguir fácilmente aumentando de forma progresiva las horas de luz en nuestro aviario, lo que provocará un encelamiento más prematuro de las parejas reproductoras. Recomiendo en este caso, encelar antes a los machos, lo que se consigue fácilmente resguardando a las hembras del aumento de luz al que estamos sometiendo a los machos. Una vez éstos se encuentren preparados, ubicaremos a las hembras en similares condiciones lumínicas que los machos y en pocos días estarán dispuestas para la reproducción.
Para aumentar de forma progresiva la luz se pueden utilizar relojes o programadores de luz. Los mejores son aquellos que simulan el efecto amanecer y anochecer , algo que es muy importante, sobre todo cuando las hembras están incubando o con crías en el nido.
 
EL LIBRO DE CRÍA:
 
El libro de cría es una herramienta de máxima importancia. Hay muchos tipos de hojas o libros de cría. En ellos podemos encontrar información de diversos tipos: identificación de la pareja reproductora, número de huevos puestos, fecha de comienzo de la incubación, fecha del nacimiento, incidencias, muertes, número de anillas etc.
Lo verdaderamente importante, independientemente del libro de cría que utilicemos, es tener bien anotadas e identificadas las parejas reproductoras, por número de jaula o pareja, anotar bien el número de anilla y a la pareja que pertenece, y llevar un adecuado control de la fecha de eclosión de los huevos y del momento del anillado. Yo, aunque tengo mi propio libro de cría, suelo dar más utilidad, por falta de tiempo, a un almanaque de tamaño grande, en el que anoto en cada día el número de la pareja a la que ese día le nacen sus polluelos. Y una lista o tabla de control, sencilla, en la que aparece el número de anilla, el número de pareja y la denominación o tipo de pájaro. Independientemente de los gustos personales, lo esencial es llevar un exhaustivo control de nuestro aviario.
 
EL COMIENZO DE LA CRÍA:
 
Una vez estimo que los reproductores están preparados, procedo a juntar el macho con la hembra. Tal como dije anteriormente, los machos los he tenido independientes en la jaula donde realizarán la cría. Si el tipo de jaula me lo permite, suelo colocar una o dos semanas antes en la misma jaula a la hembra, separados por la rejilla. La observación de la actitud de ambos progenitores nos debe servir para quitar la rejilla en el momento adecuado.
Una costumbre bastante generalizada es la de juntar a todas las parejas el mismo día. Yo no lo hago así, pues esto provoca que algunas parejas que no están aun preparadas muestren conductas agresivas, que puede poner en peligro a alguno de los reproductores. Es por lo que, tras una adecuada observación de las parejas, las voy uniendo conforme creo que van estando preparadas, de tal forma que puede haber diferencias de semanas entre unas y otras en el momento de unirlas.
Una vez ambos progenitores están en el mismo habitáculo, podemos decir que comienza la cría. En este momento, la paciencia es la mejor de las virtudes, pues no podemos caer en el error de impacientarnos y cometer errores como separarlos, cambiar las parejas etc.
Estamos en el momento previo a la consecución de la primera puesta.
 
LA  PRIMERA PUESTA: INCUBACIÓN Y RETIRADA DE LOS HUEVOS:
 
En el comienzo de la primera puesta podremos observar como unas parejas se acoplan mejor o de forma más rápida que otra. Poner material para la construcción del nido nos puede ayudar a observar el estado de encelamiento de la hembra, la cual como norma general, en un primer momento lo desperdiciará en su totalidad, quedando la jaula sucia y llena de pelo por todos lados. Es por lo que recomiendo no administrar mucho material en un primer momento, y esperar unos días, a que la hembra lo utilice para construir el nido. Llegado ese momento, hay que añadir todo el que sea necesario, pues de lo contrario podemos correr el riesgo de que la hembra arranque plumas al macho, sobre todo las de la cola, lo que puede tener como consecuencia que el macho entre en un estado de estrés y debilitamiento que puede hacer que la puesta tenga los huevos sin fecundar.
Una vez la hembra ha realizado el nido, sus visitas a éste serán cada vez más frecuentes, hasta el día en el que pone el primer huevo. Desde ese día, cada huevo que ponga la hembra, lo sustituiremos por otro parecido de plástico, y así sucesivamente hasta que termine de poner huevos, día en el que quitaremos del nido los huevos falsos y colocaremos todos los auténticos que le hemos ido quitando. De esta forma garantizamos que todos los polluelos nazcan el mismo día, circunstancia de máxima importancia, ya que de nacer uno cada día, las posibilidades de que los más pequeños salgan adelante, se reducen considerablemente.
Los huevos auténticos que quitamos del nido hay que guardarlos en un lugar seguro, libre de accidentes, donde no le de la luz del sol etc. Si los huevos vamos a tenerlos guardados más días de lo normal, es conveniente rotarlos o cambiarlos de posición.
A los trece días completos de incubación nacen los polluelos, aunque es bastante frecuente ver cómo algunos pollos nacen a los 14 ó incluso 15 días de incubación. Esto suele ocurrir principalmente en los momentos de la cría en los que hace mucho frío, o en el caso de que la hembra haya abandonado el nido de forma frecuente, interrumpiendo por lo tanto la incubación. Una vez más en este caso, la paciencia es la mejor de las virtudes, y no debemos caer en el error de abrir nosotros el huevo, impacientes por la eclosión de los mismos. La mayor parte de las ocasiones comprobaremos que el pollo estaba vivo pero aun sin estar completamente desarrollado y por lo tanto no preparado para romper el cascarón. Un día o dos más de paciencia hubiesen bastado para que el nacimiento llegase a buen puerto.
Sin embargo también hay ocasiones en los que, pasada la fecha prevista de eclosión, al romper el huevo comprobamos que el pollo está muerto, bien en su fase de embrión o bien ya como feto, incluso a veces plenamente desarrollado. Si finalmente decidimos romper nosotros mismos el cascarón, pasados ya algún día de la fecha prevista de nacimiento, podemos utilizar una sencilla prueba que nos permitirá comprobar si el feto está vivo y por lo tanto así poder esperar algún día más a que por sí mismo eclosione.
El procedimiento consiste en introducir el huevo en un vaso con agua tibia. Tras unos segundos flotando, si el feto está vivo notaremos unos pequeños movimientos del huevo. Por el contrario, si el huevo no se mueve lo más mínimo nos indicará que el pollo está muerto.
 
EL NACIMIENTO:
 
Pasado el décimo tercer día de incubación, en condiciones normales eclosionarán los huevos, dando lugar al nacimiento de los polluelos, los cuales en un principio estarán húmedos, mostrando el plumón como mojado y adherido a la piel. Pasadas unas horas veremos que su aspecto ha cambiado, mostrando un denso plumón, de diversas tonalidades en función del tipo melánico, concentrado principalmente en la zona de la cabeza y el dorso.
Previamente al día de la eclosión, es muy importante haber administrado a los padres la pasta de cría y demás alimentos (brócoli, lechuga etc ) con la que van a criar a sus crías, de manera que estén acostumbrados a comerla y no la extrañen.
Como sabremos, según nuestros apuntes, cuándo va a nacer una nidada, procuraremos que no falte esa pasta de cría y demás alimentos en el día del nacimiento, ya que son los primeros días de vida los más cruciales y con los que más cuidado hay que tener.
Algo muy importante a tener en cuenta es que la comida que utilicemos para que los padres empapucen a los polluelos, debe tener un alto contenido en humedad, ya que de recién nacidos, se deshidratan fácilmente por la falta de líquidos. Es importante también no administrar los primeros días una pasta excesivamente enriquecida con productos adicionales a la pasta que contengan un alto contenido en proteínas, debido a la dificultad que en los primeros días pueden tener para digerirlas.
 
EL ANILLADO:
 
A los 6 ó 7 días de vida, tendremos que anillar a los pájaros. Es muy importante hacerlo de la forma correcta y con cuidado, para no dañar la pata del pájaro. Una vez anillados, habrá que prestar especial atención a que los padres no intenten quitar la anilla a sus crías, lo que suele llevar como resultado que éstas caigan fuera del nido y terminen muriendo de frío. Especial cuidado debemos tener aquellos criadores que anillamos con anillas de colores, ya que son mucho más llamativas.
 
LA ALIMENTACIÓN DURANTE LA CRÍA:
 
Hay muchos libros publicados sobre la materia, donde se explica cómo debe ser la alimentación durante el período de cría, basados en los estudios sobre la nutrición de las aves en general o de nuestros canarios de forma más concreta. Yo me limitaré a exponer mi experiencia y mi proceder durante estos días tan cruciales en la vida de nuestros canarios, sin que dicha experiencia deba suponer el ejemplo a seguir, pues el gran número de criadores de canarios que existe hoy día, es proporcional al número y la variedad de métodos que cada uno utilizamos, y cada cual debe ser fiel a su proceder si éste le da óptimos resultados.
La alimentación durante los 5 ó 6 primeros días de vida: La base de la alimentación de los noveles es la pasta de cría. Yo utilizo concretamente la pasta seca de la marca Cédé. Esta pasta, que tiene un alto contenido en proteínas, es muy seca, por lo que es recomendable humedecerla. Yo lo hago directamente con agua, con un pulverizador, removiendo la pasta hasta que alcanza el grado de humedad y densidad deseado. Posteriormente añado brócoli picado, en una proporción de un 30 ó 40 % con respecto a la cantidad de pasta. Y finalmente, añado una pequeña parte de la misma marca de pasta, pero mórbida, lo que garantiza que la pasta mantendrá durante más tiempo la densidad y humedad que tiene recién hecha. De tal forma que la composición queda en torno a un 50 % de pasta seca, 30 ó 40 % de brócoli picado y 10 ó 15 % de pasta mórbida. A 1 Kg de pasta así preparada, añado 10 gr del producto Quiko Plus y 5 gr de Quiko Forte. Además añado 10 gr del probiótico Levolac, de la casa Inogán.
De todos estos elementos, para mí el fundamental es el brócoli picado, no ya por las propiedades del brócoli, que son muchas, sino más bien por que un alto contenido en brócoli en la pasta, asegura un adecuado contenido en humedad, la cual se mantiene durante más tiempo que si simplemente humedecemos la pasta con agua o con cous cous (se secan antes ), y también por que los reproductores comen mayor cantidad de pasta, lo que hace que a su vez los pollos reciban más comida.
 
Aproximadamente, a partir de la semana de vida, añado a la mezcla anteriormente explicada, semillas germinadas. A veces, por falta de tiempo, añado semillas remojadas, aunque noto que los resultados son más óptimos con el germinado.
Por las tardes, coloco un comedero con avena y perilla al 50 % que los padres devoran para posteriormente embuchar a sus polluelos. (esto sólo a partir de la semana de vida).
 
SUPLEMENTACIÓN MEDIANTE AGUJA:
 
Algo que muchos criadores suelen hacer y en ocasiones de forma rutinaria, por norma, es suplementar o embuchar a los polluelos con papillas de cría a través de una jeringa y aguja. Hay casos de criadores que lo toman por norma, y diariamente embuchan a todos los polluelos, independientemente de que estén mejor o peor alimentados por los padres. Personalmente pienso que hay que hacer un uso adecuado de este tipo de papillas y de este procedimiento de embuche. Yo sólo lo utilizo en el caso de crías mal alimentadas por los padres, o de algún polluelo que se ha quedado atrás con respecto al resto de la nidada y corre peligro su vida.
Si por el contrario tomamos esta forma de proceder como rutina, y embuchamos a los pollos a través de la jeringa de forma diaria, podemos obtener más perjuicios que beneficios: Cuando utilizamos la aguja de embuchar, corremos el riesgo de transmitir enfermedades contagiosas de una a otra nidada. No hay que olvidar que en muchas ocasiones los reproductores dejan de dar de comer a sus polluelos por estar enfermos. Nosotros al suplementarlos, sin darnos cuenta, transmitimos la enfermedad de unos a otros. También se da el caso de nidadas que se desarrollan bien, pero con uno de los hermanos que de forma progresiva se va quedando más pequeño. Normalmente pensamos en suplementar su alimentación mediante la jeringa porque creemos que su lento desarrollo se debe a una escasa alimentación, a que recibe menos alimentación que los hermanos. Podemos pensar en la posibilidad de que quizás su desarrollo sea más lento porque está enfermo, y no por recibir menos alimentación. Al utilizar la jeringa con estos sujetos menos desarrollados y enfermos, transmitimos la enfermedad al resto de la nidada, ya que solemos tener la mala costumbre de aprovechar la situación para darle algo de papilla al resto de la nidada.
Además, aun teniendo la suerte de no transmitir enfermedades de unas a otras nidadas, estamos molestando a las parejas reproductoras, con el riesgo que ello conlleva, y lo que es peor, poco a poco conseguimos que los padres vayan dando de comer con menos frecuencia a su nidada, ya que se puede dar el caso de que los padres vayan al nido a empapuzar a sus polluelos y se encuentren con que éstos no abren los picos, ya que previamente nosotros los hemos saciado con la jeringa, suponiendo además un riesgo para la salud de los padres, que no han podido regurgitar el alimento que previamente han tomado.
 
EL DESTETE:
 
En la tercera semana de vida, con los noveles completamente vestidos, procedo a la separación de la nidada de los padres. Coloco el separador, dividiendo la jaula en dos partes. En una de ellas dejo a la pareja reproductora, con un nuevo nido y material para hacer el nido, algo que no debemos descuidar por que sino provocaremos que la hembra quite las plumas a los polluelos, pudiendo llegar a morir.
En la otra parte de la jaula coloco el nido, colgado de la rejilla divisoria. De esta forma, los padres podrán dar de comer fácilmente a sus crías a través de la rejilla. Ayuda poner un palillo en la parte de los padres, a la altura en la que está el nido, de esa forma la labor de dar de comer a través de las rejillas es mucho más cómoda.
Pasados unos días, en torno a las 4 semanas de vida, las crías comenzarán a explorar la jaula. Es el momento en el que comienzan a realizar conductas imitativas y de aprendizaje, digamos que están en el momento de aprender a comer. Por esas fechas, si la hembra ha terminado ya de poner los huevos de la segunda puesta, pasaremos el macho al compartimento de las crías, y éste las terminará de criar, al mismo tiempo que ellos aprenderán del padre las conductas que le permitirán sobrevivir.
Para facilitar a los noveles esa labor de aprendizaje, es conveniente poner la comida a su alcance, en comederos interiores y fácilmente accesibles.
Otro de los momentos cruciales en el destete es el momento en que de forma definitiva separamos a las crías de los padres. No aconsejo separarlos en un momento determinado, a unos días concretos del nacimiento. Más bien lo que yo hago es decidir el destete definitivo cuando observo que saben comer por sí solos y no necesitan de la presencia del padre para seguir nutriéndose. Es entonces el momento de separarlos a otra jaula, normalmente a jaulas más grandes. En esas jaulas, la presencia de otros noveles más adelantados en su desarrollo y que sepan comer, puede ayudar a los recientemente destetados a seguir con sus conductas imitativas y de aprendizaje, lo que nos garantizará un mayor porcentaje de éxito en el destete, fase en la cual, si cometemos el mínimo error, si separamos antes de tiempo a las crías, las condenaremos de forma irremediable a su muerte.
 
LAS SIGUIENTES PUESTAS:
 
La segunda puesta y las sucesivas comienzan en el mismo momento que separamos a la nidada de sus padres. El momento de separación de los pollos, mediante la rejilla, como he explicado anteriormente, es muy importante. Si los separamos demasiado pronto, corremos el riesgo de perder a la nidada. Pero si los separamos demasiado tarde, es muy posible que los padres, ocupados en el cuidado de las crías, olviden de hacer los deberes reproductores, corriendo el riesgo de que en la siguiente puesta los huevos no estén fecundados.
Si la hembra llega a poner los huevos o incluso incubarlos, compartiendo el mismo habitáculo con la anterior nidada, lo normal es que los polluelos hagan sus deposiciones sobre los nuevos huevos, o incluso a picarlos o romperlos, impidiendo así un correcto desarrollo de la puesta.
 
EL FINAL DE LA TEMPORADA DE CRÍA:
 
Frecuentemente nos preguntamos: ¿ hasta cuando puedo seguir criando? ¿cuántas puestas puedo hacerle a mis pájaros? No hay una respuesta concreta. Aconsejo comenzar la puesta y terminarla en función de las condiciones climáticas. En el sur de España, y más concreto en la provincia de Córdoba donde vivo, no me planteo criar mucho más allá del mes de mayo o primera quincena de Junio debido a las altas temperaturas. Debemos evitar que nuestros reproductores entren en muda estando aun criando, y esta situación se puede dar fácilmente en los lugares donde haya altas temperaturas y se alargue el período de cría. En el norte de España o en zonas más frías la temporada suele empezar más tarde y como consecuencia prolongarse también más su finalización.
En cuanto al número de puestas a realizar por las hembras, no sigo una regla concreta, pero no me gusta que mis hembras hagan más de dos o tres puestas. Llevando una buena planificación de la temporada de cría, es mucho más rentable hacer dos o tres puestas con huevos fecundados y una buena media de nacimientos, que empezar muy pronto la cría, hacer 4 ó 5 puestas, estando parte de ellas sin fecundar.
 
Muchas más aspectos se podrían tratar sobre el período de cría, pero creo que estos son los más básicos que debemos tener en cuenta para tener una buena temporada reproductora. Sin pretender establecer unos criterios a seguir, he expuesto mi experiencia. Quizás con un poco de suerte sirva de ayuda a alguno de los lectores




 
 
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